La vida del hombre aunque parece ir siempre en la misma dirección, toma sentidos diferentes. Y ese sentido definitorio de todo lo que vive en el presente o decide vivir en su futuro son consecuencia de decisiones, guiadas por la razón o por las emociones.
Una tarea tan sencilla como hacer la lista de lo que tienes y de lo que eres capaz de hacer y construir te colocará frente a ti mismo en una realidad diferente. Lo tienes todo para ser feliz y estar satisfecho por lo que hace y eres capaz de hacer. Te sentirás siempre mucho mejor y más feliz cada vez que cuentes tus bendiciones; y la alegría que ello te produce, automáticamente te impulsará por el sentido verdadero de la vida: Valorar y Agradecer.
Puedes estar agradecido con el universo, con esa persona que justo ahora está a tu lado compartiendo tu día, tu vida, un café. Puedes estar agradecido por el pan que llevas a tu mesa, por el sol, el agua y el viento.
Cuando comienzas a notar todas esas cosas maravillosas que te rodean pensarás en lo bueno y encontrarás miles de razones por las que estar agradecido cada día. Y aunque nuestra vulnerabilidad como seres humanos nos llene de temor ante la incertidumbre y el error, pensar en todo lo que has recibido y continúas recibiendo cada día, te permitirá regocijarte en el bienestar y la alegría que el agradecimiento produce y ya no habrá más espacios para la tristeza y la desesperanza.
Es una tarea personal e individual. Fortalecer tu espíritu, mirar a través de la bondad y dar gracias por la oportunidad de ser quien eres y de vivir la vida con libertad, responsabilidad y amor.