La Meditación es un arte, en el cual el ser humano es capaz de limpiar el lienzo de su vida. Así como el artista contempla ese mismo lienzo en blanco para imaginar los colores y formas que darán vida a su creación, el hombre tiene en sus manos la maravillosa capacidad de llenar su vida de colores y formas perfectas y correctas.
La meditación se ha practicado desde la antigüedad como un componente de numerosas tradiciones y creencias religiosas. La palabra "meditación" se deriva del latín "meditatio", del verbo "meditari", que significa "pensar, contemplar, idear, reflexionar" y como ejercicio espiritual de transformación de la vida de la persona, adquiere diferentes significados en diferentes contextos.
La meditación es una manera de nutrir y aflorar la divinidad que hay dentro de ti. - Amit Ray
Meditar es la práctica de centrar la atención en un único punto de referencia. Al principio somos muy escépticos cuando se nos habla de la meditación, pues solemos escuchar que el objetivo de meditar es poder dejar la mente en blanco y no pensar en nada, a lo que inmediatamente respondemos que es imposible dejar de pensar. Pero precisamente de eso se trata, de acallar la mente, de bajar el volumen a esos pensamientos; así que debemos romper ese paradigma para aproximarnos más a esta práctica, con la certeza de que es una manera de tranquilizar la velocidad de tus pensamientos y que poco a poco, así como el ejercicio de algún deporte fortalece tus destrezas, la práctica continuada de la meditación acondicionará progresivamente tu mente.
La meditación es el cristal de perspectiva del alma. - Owen Feltham
Es por ello que cuando nos iniciamos en la meditación podemos recurrir a recursos muy genuinos y sencillos como centrarnos en nuestra respiración, en las sensaciones corporales, o en una palabra o frase conocida como un mantra. A través de la meditación podemos apartar la atención de los pensamientos que distraen y concentrarnos más en el momento presente.
Ninguna gran obra ha sido producida excepto después de un largo intervalo de meditación inmóvil y reflexiva. - Walter Bagehot
Y ciertamente, cuando meditamos, muchos pensamientos aparecerán, pero eso no debe desanimarnos. Por el contrario con toda serenidad y conciencia podemos volver a concentrarnos en aquel elemento que hayamos escogido para meditar. Cualquier espacio, por muy breve que sea, en el que logremos aclarar nuestros pensamientos estaremos avanzando, en este “entrenamiento” de la mente.
Me gustará acompañarte en este recorrido, para que aprendamos juntos los beneficios de esta práctica, que en este mundo tan acelerado que vivimos, se nos ofrece como un regalo esencial para alcanzar la paz en nuestras vidas.